
En el año 2019, la ciudad de Barrancabermeja (Santander) deja de ser administrativamente un municipio para convertirse en “Distrito Especial: Industrial, portuario, biodiverso y turístico”. Por esta razón, se hace necesario dar una mirada a la memoria colectiva de este territorio a través de sus lugares comunes, en donde se desarrolla el devenir de la vida que nos trae hasta estos días y así evitar olvidar.
Los individuos tienen una memoria propia, en la cual albergan de modo consciente e inconsciente recuerdos del pasado. Sin embargo, el desenvolvimiento social moldea una memoria colectiva en la comundiad y ese relato está mediado por disitinto grupos sociales, que muchas veces pugnan entre sí por dar un significado a los acontecimientos históricos pasados. Dicha memoria colectiva, además transcurre en los espacios físicos, que se convierten en punto de referencia y de recuerdo social. La vida de nuestros antepasados deja su huella sobre el espacio y conforma lo que los teóricos llaman: ¨lugares de la memoria¨, que reflejan las disputas entre quienes quieren revivir o enterrar el pasado.
Para observar y recordar el pasado relacionado con el conflicto social y armado en Barrancabermeja, conviene seguir los monumentos públicos erigidos con relación al mismo tema dentro de la ciudad y con este propósito, nos permitimos ofrecer el siguiente foto – reportaje. Un ejercicio que resalta la historia de los acontecimientos locales, hace un recorrido por el territorio y que también, evidencia un olvido recurrente, que se debe evitar.
Por otra parte, el objetivo que persigue esta publicación es brindar herramientas para entender la tensión existente entre: Los sectores populares y el poder, al establecer un relato histórico sobre lugares del espacio urbano. Cada descripción se acompaña de imágenes, de fotos y de datos históricos, los cuales proyectan a la ciudad como un horizonte apropiado para proponer expectativas de transformación social.
El General Antioqueño Rafael Uribe Uribe fue un rebelde liberal, general de Batallas Difíciles en tiempos de la Regeneración conservadora, que censuraba la prensa y aplicaba la pena de muerte a los opositores. Tras la guerra de los mil días en 1902 parte de sus ejércitos liberales se disolvieron en San Vicente de Chucurí, entre ellos el coronel José Joaquin Bohorquez, quien descubrió en 1904 los yacimientos de petróleo, pero fue su ¨socio¨, Roberto de Mares que finalmente obtuvo la concesión del gobierno y negocia con la TROCO (Tropical Oil Company).
El 9 de abril de 1948, tras la noticia del asesinato de Jorge Eliecer Gaitán, en Barrancabermeja la ciudadanía liberal eligió una junta revolucionaria que nombró alcalde al concejal y líder gaitanista Rafael Rangel. Por haber sostenido durante 10 días un gobierno popular que preservó la paz al proteger a los conservadores y controlar la ciudad con milicias obreras, que construyeron cañones como el que permanecía en la entrada del Batallón Nueva Granada; este episodio es conocido como “la comuna de Barranca”. Del cañón original, nada se sabe en el Distrito ¨turístico¨ y el monumento a Jorge Eliecer Gaitán pasó de estar en la glorieta de la entrada de Refinería del muelle a un rincón del Parque a la Vida.
Hacia la década de 1960 el agua llega embarrada a la ciudad y la gente le tenía que echar alumbre para aclararla. Por esta y otras razones se realiza un paro del 20 al 22 de mayo de 1963. Uno de sus nefastos resultados fue la muerte de un niño. La población se enfureció, porque el Ejército no entregaba su cuerpo y se desató una batalla campal. Cuando entregaron el cuerpo, la comunidad hizo el entierro y la Avenida 28 se bautizó con el nombre del niño: Alfonso Sánchez. En los diversos paros se cierra esta carrera y se logra parar casi toda la ciudad.
Hacia la década de 1960 el agua llega embarrada a la ciudad y la gente le tenía que echar alumbre para aclararla. Por esta y otras razones se realiza un paro del 20 al 22 de mayo de 1963. Uno de sus nefastos resultados fue la muerte de un niño. La población se enfureció, porque el Ejército no entregaba su cuerpo y se desató una batalla campal. Cuando entregaron el cuerpo, la comunidad hizo el entierro y la Avenida 28 se bautizó con el nombre del niño: Alfonso Sánchez. En los diversos paros se cierra esta carrera y se logra parar casi toda la ciudad.
La noche del 15 octubre de 1977, un artefacto explosivo arrojado contra un bus que transportaba trabajadores en el barrio Pueblo Nuevo cobró la vida del directivo Ismael Darío Rincón, casado y padre de 5 menores. Como homenaje, su nombre fue dado a la Policlínica cuya terminación y dotación eran parte del pliego exigido por la Unión Sindical Obrera de la Industria del Petróleo (USO), en una huelga de más de dos meses que logró reversar la venta al capital estadounidense de la planta Policolsa de la Refinería y equipos de perforación, pero provocó el despido sin posibilidad de reintegro de 217 obreros.
En la noche del 15 de febrero de 1986, víspera del sábado 16 que marcaba el inicio de los actos conmemorativos por los 20 años de la muerte en combate de Camilo Torres, sujetos armados le arrebataron la cabeza al busto que se iba a inaugurar, la respuesta de los organizadores de los actos conmemorativos fue la consigna: ¨¡Con cabeza o sin cabeza Camilo sigue con la misma fortaleza!¨ . En noviembre de ese mismo año, una carga explosiva desplazó lo que restaba del bronce. Sólo hasta el año 2009 se volvió a colocar un modesto busto de Camilo y en 2016 se añadió una placa. El nombre de ¨descabezado¨ ha sido la manera de representar la historia de este monumento en el lenguaje popular, aunque el nombre de Parque Camilo Torres no suena del todo ajeno entre la población de edad adulta.
La cultura política heredada y en parte, continuada a su manera por los hijos de la generación que luchó contra la TROCO provocó un repertorio de expresiones que se desplegaron por toda la ciudad, pero que tuvo en el punto de la Avenida 28 conocido como As de Copas, su principal centro de expresión. Este lugar de ingreso a la parte central de la ciudad, se convirtió en un escenario de reinvención del espacio urbano, donde la gente compartía alimentos, debatía, escuchaba discursos, se enfrentaba a la fuerza pública e impedía la continuación del ciclo económico. Todo lo anterior, crea una lógica diferente en la manera como se concibe el espacio en la ciudad, en el día, la noche y las madrugadas, llegan incluso a ser morada erótica del nombrado: ¨polvo de la barricada¨.
Los monumentos públicos son representaciones que guardan significados ocultos y aparentes, elaborados por distintos grupos sociales que dan cuenta de la diversidad de miradas sobre el pasado y la tensión por establecer sobre el espacio público una proyección de la memoria colectiva. Barrancabermeja es una ciudad con una historia de luchas sociales marcadas por el conflicto social y armado.
Este relato reflejado en los monumentos deja ver varios aspectos de la historia combativa de la ciudad y de la manera como el poder estatal tergiversa o guarda silencio sobre ciertos hechos. También se observa que el mismo significado de monumento con contenido histórico y artístico se degrada, para ser un compromiso mínimo de un político de turno o una actividad que se hace sin mayores miramientos, como a un pozo clausurado.
Por último, este recorrido evidencia el desdén por el pasado y la memoria, que debilita la identidad de los habitantes por su territorio, es decir, la gente no tiene una idea clara de los monumentos y la mayoría están en un estado de abandono lamentable, lo cual explica la crisis de una ciudad elevada al rango de distrito turístico sin proyección. Por eso, se hace un llamado a no olvidar y a no abandonar los relatos de la ciudad tal como son, sin confusiones, sin distanciamientos o indiferencias.
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